¿Ha oído hablar ya de los señores Betz y Weibull?
El físico alemán Albert Betz (1885-1968) en 1920 ya nos hizo saber que un aerogenerador no puede convertir al cien por cien la energía cinética del viento en energía mecánica de rotación. Una turbina eólica con un diseñado óptimo puede extraer un 59 % de la energía disponible en el viento. Este principio debe tenerse en cuenta a la hora de diseñar los aerogeneradores. La contribución del ingeniero y matemático sueco Waloddi Weibull (1887-1979) también es significativa en la concepción de estas turbinas: La fluctuación del viento siempre cambia. Para predecir la producción de energía de un aerogenerador, la fórmula de la distribución de Weibull puede utilizarse para la modelización estadística de las velocidades del viento o para describir la vida útil de los componentes o materiales electrónicos.
Con ello, los fabricantes y operadores de aerogeneradores analizan la probabilidad del viento, buscando siempre la mayor eficiencia posible de las turbinas.